Cómo hacer una cata de quesos en casa con amigos

Cómo hacer una cata de quesos en casa con amigos

Las catas de quesos son muy populares en el mundo gourmet, debido a la gran cantidad de quesos distintos que podemos encontrar en el mercado.

Cada queso tiene sus propias características, y las catas de quesos nos ayudan a distinguir sus matices con la ayuda de nuestros 5 sentidos.

Los catadores profesionales, son capaces de distinguir perfectamente las características organolépticas de cada queso. Pero no hace falta ser un catador profesional para disfrutar de una cata de quesos entre amigos. Es lo que se llama una cata hedónica. Simplemente para disfrutar del placer del queso.

Cómo hacer una cata de quesos
Aunque en las catas técnicas de queso existe un protocolo estándar que seguir, en esta cata de quesos que haremos en casa con amigos, podemos ser más anárquicos y preparar la cata a nuestra manera. Así que, empecemos por el principio.

Selección de los quesos
La selección de los quesos para catar es importante y dependerá en gran medida de los gustos particulares de los catadores.

De forma general, se pueden seleccionar quesos distintos entre ellos, buscando el contraste para que sea más fácil distinguir las características de cada uno. Se pueden agrupar quesos de leche de vaca, de oveja, de cabra, semicurados, curados, tiernos…

La segunda opción, es realizar una cata vertical, que consiste en seleccionar solamente un tipo de queso en sus distintas maduraciones. Por ejemplo, un Queso Manchego semicurado, curado y viejo.

En cualquier caso, la cata se realizará de menor a mayor intensidad.

Ya que vamos a hacer una cata “doméstica”, es preferible escoger la primera opción y apostar por la variedad y el contraste en lugar de la intensidad.

Presentación de los quesos
La presentación es otro factor importante. Aunque no se trata de una cata técnica profesional, la presentación influye mucho en nuestra valoración final.

Como dijo Oscar Wilde:

No hay una segunda oportunidad para causar una primera buena impresión.

Esto también aplica al queso. Así que, préstale atención a la presentación.

Lo importante es no perder la esencia del queso. Si es un queso Tetilla, córtalo en rodajas, los quesos redondos en cuñas y quesos como el Cabrales en tacos.

Colócalos sobre una tabla de madera o de pizarra, y sitúa los quesos más fuertes en el centro, y los más suaves alrededor. Ese debe ser el orden para ir probándolos. Primero los suaves, y luego los más fuertes.

Acompañamientos
Para disfrutar aún más de los quesos y también para “limpiar” la boca antes de probar el siguiente queso, podemos incluir panecillos, frutos secos, panes de frutas…

Recuerda que no es una cata profesional, por lo que puedes utilizar cualquier alimento que combine bien con el queso como las mermeladas, frutas o el membrillo. Tú estableces tus propias reglas.

Ahora pasamos a la parte más importante: La cata

¿Cómo podemos distinguir los atributos de cada queso?
Para alguien entrenado, suele ser sencillo, pero para alguien sin experiencia en catar quesos, puede resultar más complicado. Para hacerlo simple, vamos a diferenciar 3 atributos del queso:

Vista
Aquí podemos distinguir entre su forma, su corteza, su color… Todo esto ya nos está dando información.

Los quesos de cabra tienen un color blanco, los quesos de oveja tienen un color tirando a marfil y los quesos de vaca son de color blanco hueso.

Olfato
El aroma de los quesos nos da información sobre su intensidad. Un aroma más suave será característico de los quesos tiernos y un aroma más potente es característico de quesos con más curación y quesos azules.

Gusto
Cuando nos metemos el queso en la boca, lo primero que podemos apreciar es su firmeza. Para notarla, colocamos el queso en el centro de la lengua y presionamos contra el paladar. Así sabremos si la pasta del queso es mantecosa, quebradiza, granulosa…

Y luego por supuesto el sabor que nos deja a su paso por el paladar. Si es más salado, dulce, ácido, amargo, picante, ardiente…

Un queso fresco por ejemplo, presentará un sabor más dulzón, debido a la lactosa (azúcar de la leche), mientras que un queso añejo, tendrá un sabor más picante.

Una vez que se ha probado cada queso, comparte tus sensaciones con el resto del “panel de cata” (tus invitados) para exponer qué te ha parecido a ti el queso y conocer también la opinión del resto de gente. Eso es lo divertido. Comprobarás que no existen 2 paladares iguales.

Como ves, no hace falta ser un catador experto para hacer una pequeña cata-degustación en el salón de casa con nuestros invitados. Es la forma perfecta de descubrir nuevos quesos y pasar un rato agradable disfrutando del placer sensorial que proporciona el queso.

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